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He estado yendo al psicólogo y ya estoy mucho mejor, ¿debería dejarlo?

Este mes hablamos sobre la tentación de dejar de ir a la terapia al empezar a encontrarnos mejor

3/15/2025

Una planta en una estantería
Una planta en una estantería

Nos ponemos en situación: decidiste acudir a un psicólogo porque la situación en la que te encontrabas empezaba a desbordarte. Tras mucho pensarlo, decidiste darle una oportunidad a la terapia y encontraste un psicólogo maravilloso que te ha ayudado mucho, a pesar de llevar pocas sesiones. Te encuentras muchísimo mejor, así que… ¿por qué deberías seguir yendo a la terapia?

Esta es una situación muy habitual que viven muchas personas que van a terapia: empiezan a sentirse bien de nuevo y se preguntan qué necesidad hay de seguir yendo a las sesiones si ya se encuentran mejor.

Aunque sentirse mejor puede ser un objetivo de la terapia, no es el único. Lo habitual es que el tratamiento psicológico tenga muchos más objetivos. Aprender a manejar las emociones, aprender a relacionarse de otra manera con los demás, mejorar la autoestima, corregir creencias disfuncionales, etc. pueden ser también objetivos de una terapia psicológica.

Terminar un tratamiento psicológico antes de tener la oportunidad de abordar todos los objetivos terapéuticos es un error y puede tener como consecuencia que, aunque el usuario se sienta mejor, el problema pueda volver a aflorar en cualquier momento. Por ello, la mejor política es ponerse en manos del terapeuta y dejar que sea él (o ella) quien guíe la terapia y valore si los objetivos terapéuticos se han abordado correctamente y si se han alcanzado.

Además, los tratamiento psicológicos suelen contar con una fase de evaluación de los resultados, en la que el terapeuta valora si las herramientas puestas en práctica para la consecución de los objetivos han dado su fruto; y una fase de cierre de la terapia, en la que se revisa el tratamiento y se planifica el afrontamiento de situaciones difíciles, que pueden llevar a la persona a volver a sentirse desbordada e incluso, a necesitar acudir a terapia nuevamente.

Es por esto por lo que es muy importante completar el tratamiento íntegramente, abordando todos los objetivos e incluyendo estas fases finales. Es comprensible que si la persona se siente mejor, tenga la sensación de que está todo el trabajo hecho. Pero nada más lejos de la realidad. Completar un tratamiento psicológico es fundamental para que sus efectos se mantengan en el tiempo.