Me da vergüenza ir al psicólogo, ¿cómo lo supero?

Ir al psicólogo es cada vez más frecuente, y poco a poco, el estigma asociado a acudir a un servicio de psicología está desapareciendo. Cada vez más se considera que cuidar la salud mental es una parte más de cuidar de nuestra salud general.

Sin embargo, es posible que, ante la idea de ir al psicólogo, sientas algo de vergüenza. Es natural. Al fin y al cabo, la vergüenza es una emoción que aparece cuando nos enfrentamos a una situación en la que vemos expuesto algún rasgo de nosotros mismos del que a lo mejor no estamos orgullosos, o que, simplemente, no estamos acostumbrados a mostrar, y que pensamos que puede causar rechazo en el otro. Nuestra vergüenza está ahí para protegernos del rechazo de la gente de nuestro alrededor.

No obstante, es importante recalcar que el psicólogo es un profesional entrenado específicamente para escuchar sin juzgar, para que nos sintamos cómodos compartiendo aquellos pensamientos y emociones que, habitualmente no expresamos, muchas veces precisamente por vergüenza.

Por eso, mi recomendación para aquellas personas que sientan vergüenza a la hora de acudir a un profesional de la salud mental, es que se aproximen a la experiencia poco a poco. No es necesario descubrir nuestros secretos más íntimos en el primer contacto con el psicólogo. Ir abriéndose de manera gradual, en función de cómo nos sentimos escuchados y no juzgados, es quizá el mejor consejo.